viernes, 16 de septiembre de 2011

Agresividad en Torneos

La importancia de la agresividad en los torneos multimesa. Adaptación al juego agresivo de los rivales. Juego contra jugadores experimentados y contra novatos.
Una de las ideas fundamentales a la hora de jugar torneos es que tenemos que ganar botes. En una partida de cash, estar cinco vueltas de manos sin ganar un bote y después ganar un bote medio es una situación "rentable". En un torneo, sin embargo, no podemos permitir que esto suceda. Si estamos cinco rondas de manos sin jugar un bote, con las subidas de ciegas correspondientes, nuestro stack (si todavía lo tenemos) se habrá convertido en una pila de fichas ridícula. Este hecho es de una importancia estratégica abismal: nada puede ser peor que ser eliminado, y en unas cuantas manos lo seremos de forma irremediable si no jugamos nada. Por tanto, es algo que jamás debemos permitir que suceda, y la única forma de conseguir no tener rachas de unas cuantas manos sin tratar de ganar un bote es ampliar nuestros requerimientos de manos iniciales.

Puede parecer que solo estamos necesitados de ampliar los rangos de manos iniciales cuando tenemos un stack pequeño. Desafortunadamente, esto no es cierto. Necesitamos ampliar nuestros rangos siempre, ya que incluso para un stack grande los incrementos de ciegas representan un desgaste más grande que las ciegas pagadas. Si tenemos un stack de 100bb y las ciegas se multiplican por cuatro en dos niveles (típico en los primeros niveles de un torneo) nuestro stack habrá bajado a 25bb, incluso si robamos unas ciegas por ronda. "Conservar" nuestro stack nos habrá hecho dividirlo entre 4 en unas 60 manos de poker, lo que nos cuesta 75bb. El mismo stack de 16bb tiene 4bb tras dos niveles, para un coste de 12bb (sigue siendo el 75% de nuestro stack, pero nos ha costado menos fichas). Por tanto, incluso un stack grande se verá convertido en un stack corto en unos pocos niveles, y así sucesivamente. Si bien es cierto que no podemos doblarnos cada nivel, y que un stack de 100bb es insostenible en casi cualquier estructura de torneo, la idea de que incluso un stack grande se ve sometido a una gran presión por las ciegas y que no puede dejar pasar oportunidades favorables es cierta.

Por tanto, puesto que no podemos ser tan estrictos con nuestros rangos de manos, nos interesa aprovechar las situaciones más rentables donde podamos ganar manos sin Showdown. Tengamos en cuenta que no somos los únicos presionados por las ciegas y las subidas de niveles: nuestros rivales están en la misma situación que nosotros, y muchos de ellos van a ampliar sus rangos de manos para tratar de sobrevivir a las ciegas.

La primera maniobra de la que podemos abusar en muchos torneos es abrir muchas más manos de las normales. Ésta es la estrategia óptima para cualquier torneo donde nuestros rivales jueguen como si estuviesen jugando cash, y nos resuben solo con manos fuertes o semifuertes. Esto, en un torneo con ciegas altas y antes es insuficiente, y el porcentaje de éxito de nuestro movimiento será tan elevado que querremos abrir desde casi cualquier posición con rangos mucho más amplios de los que usaríamos normalmente.

La adaptación natural contra esto es resubir más manos, o pagar apuestas para subir en el flop. Ésta es una maniobra que nos permite ampliar nuestro repertorio de robo. Si resubimos mucho más a menudo de lo que lo haríamos en cash a los jugadores que están abriendo más manos de las que deberían podemos ganar muchas fichas. Una de las ventajas de esta maniobra respecto a la anterior es que realizarla con éxito una vez cada dos vueltas de manos ya hace crecer nuestro stack, mientras que necesitamos robar las ciegas más de una vez por vuelta para que esto suceda. Por otro lado, estamos arriesgando muchas más fichas (en algunas situaciones, todo nuestro stack) y es necesario tener claro que el jugador en cuestión está abriendo muchas manos.

Siguiendo en la misma línea, podremos hacer 4-Bet con muchas manos contra los jugadores que resuban más a menudo de lo normal. En este sentido, estamos luchando una guerra en la que tratamos de explotar sus rangos más amplios de lo normal ampliando los nuestros, siempre que él no este dispuesto a ampliar sus rangos de Call. Sin embargo, no debemos dejarnos llevar por esto, y creer que debemos hacer 4-Bet cada mano sin más. Cuanto más riesgo tiene una situación y mayor es su beneficio, menor es la frecuencia con la que necesitamos realizarla. Si hacemos un 4-Bet con éxito vamos a robar unas 10bb, lo cual es el equivalente a haber robado con éxito cinco rondas de ciegas de golpe. No necesitamos hacer esto cada vuelta de manos.

¿Qué sucede en mesas llenas de jugadores experimentados, que amplían razonablemente sus rangos (sin excederse) pero que pagan los 3-Bets, 4-Bets, etc. con rangos de manos bastante amplios?

Contra jugadores así (el tipo de jugador más duro, el que aspiramos a ser nosotros en un torneo) solo nos queda esperar manos sólidas (el rango concreto depende de la situación, pero nos referimos en general a rangos "semiamplios", como 22+, A8+, QJ+ en zona de robo) y jugarlas por todo nuestro stack.

Aún así, los planes de robo están ordenados por la preferencia que tenemos. Es mejor robar las ciegas en mesas muy conservadoras porque es una estrategia que nunca nos obligará a poner gran cantidad de fichas con una mano mediocre, con lo que reducimos la varianza. Si este plan es poco viable, el plan de las resubidas y/o de los 4-Bets es la segunda opción, y en última instancia el plan de esperar manos semidecentes para no tirarlas pase lo que pase.

En cualquier caso, la idea general no es otra que ganar botes es imperativo, y que ampliaremos nuestros rangos tanto como sea necesario para hacerlo, o moriremos en el intento.


Educapoker.com

lunes, 5 de septiembre de 2011

Características que tienen los jugadores ganadores..

La importancia de la disciplina y las ganas por encima del talento y la intuición para ser ganador.
Muchos de los que empiezan a jugar a poker no tienen una idea clara de qué es lo que diferencia a un jugador ganador de uno perdedor, ni de qué características comunes tienen los jugadores con éxito. Puesto que muchos jugadores en televisión hablan de cosas diferentes y muchas veces afirman que el poker es una cuestión de talento y de "leer al rival", podemos acabar pensando que para que nos vaya bien en el poker tenemos que tener un don especial. Nada más lejos de la realidad...

Características clave

Los jugadores que consiguen buenos resultados son, como en casi todas las profesiones del mundo, gente con disciplina y capacidad de trabajo. Por mucho que esto suene a tópico, en el caso del poker es especialmente cierto. El talento y la intuición son insuficientes sin una sólida disciplina.

Un jugador de poker, a lo largo de su carrera, tiene que enfrentarse a situaciones psicológicamente complejas:

Aceptar las malas rachas. Nos guste o no, es algo que tarde o temprano sucederá. Debemos aprender a sobrellevarlas sin que afecte a nuestro juego.

Aprender una correcta gestión de banca. Es importante ser disciplinado en este aspecto. La historia está llena de jugadores brillantes arruinados por no gestionar correctamente su banca.

No perder el hábito de estudio y trabajo. El poker evoluciona a una velocidad increíble. Lo que era correcto hace unos años, puede que ahora no lo sea. Es importante seguir estudiando y aprendiendo cosas nuevas constantemente.

Estas virtudes son las que conducen a cualquier persona normal a convertirse en un jugador ganador.

Algunos jugadores con mucho talento y acostumbrados a ganar en mesas bajas de forma relativamente fácil, tienen muchos problemas cuando suben de nivel y se enfrentan a jugadores mas disciplinados. Para ellos, mejorar su juego y estudiar a sus rivales de forma metódica es algo trabajoso. Una mala racha puede hundirles con facilidad, ya que no son psicológicamente fuertes y su banca no está preparada para asimilar resultados adversos de forma prolongada.

Estudio fuera de las mesas

Es fundamental darle importancia a todos los conocimientos sobre poker fuera de la parte puramente técnica o estratégica. Mucha gente no los valora. Creen que si juegan mejor que sus rivales ganarán dinero y que, como mucho, lo único útil es aprender a mejorar el juego en las mesas para así ganar más.

Esto es importante, pero hay multitud de jugadores técnicamente buenos que fracasan. Muchas veces suben de nivel demasiado rápido. No respetan su banca o no tienen la disciplina de bajar de nivel aunque no sean capaces de superar a los rivales del nivel superior. Psicológicamente, pueden verse mucho más afectados por una mala racha que un jugador que tiene una banca sólida y a quien bajar de nivel no le resulta traumático. El jugador humilde y disciplinado acabará siendo mejor jugador, y por tanto, ganará más dinero a la larga.

No cabe duda de que el talento puede ser útil. Alguien con muy pocas aptitudes innatas probablemente nunca gane botes de muchos cientos de miles de dólares. Pero, con disciplina y ganas de aprender, es perfectamente viable ser ganador en niveles relativamente altos, cosa que es virtualmente imposible de conseguir sólo con talento.

El poker es un juego donde lo fundamental es hacer un análisis correcto de las situaciones con una base matemática. En el poker, la experiencia no sirve para aprender. Sin estudio y sin disciplina, mejorar nuestro juego es mucho más difícil. Aprender a partir de lo que nos ha sucedido (es decir, por experiencia) es imposible, ya que todo está distorsionado por la varianza implícita en el poker. Podemos perder varios botes con una mano a pesar de jugarla correctamente, o ganarlos cometiendo un error.

Si aprendemos de forma intuitiva, no mejoraremos nuestro juego, y esto nos acabará costando dinero a largo plazo. Si analizamos y estudiamos las situaciones fuera de las mesas, conseguiremos reconocer cuándo hemos jugado correctamente, a pesar del resultado. Conseguirlo es vital para nuestro aprendizaje.

Resumen

Un jugador disciplinado va a ser ganador a largo plazo.

El poker es un juego donde el estudio y el análisis son fundamentales para mejorar nuestro juego.

Los jugadores con talento y sin disciplina no suelen llegar más lejos que los jugadores disciplinados.

El aprendizaje intuitivo en el poker no funciona bien. Hacer la jugada correcta no nos garantiza ganar el bote, y viceversa. Esto hace que necesitemos analizar a fondo para saber si hemos jugado bien o no.